Emociones en los Bebés
Según Papalia (2010) los primeros indicios
o señales de emociones en los bebés son indicadores importantes en el
desarrollo: lloran cuando quieren o necesitan algo y cuando quieren socializar
ríen o sonríen. A medida que obtienen respuesta a su llanto o su sonrisa
aumenta su conexión con quienes están a su alrededor, por ejemplo: sus padres. Lewis en Papalia (2010) explica que los bebés
muestran signos emocionales de satisfacción, interés y aflicción poco después
de su nacimiento. Pero estos signos emocionales son más bien respuestas
reflejas que se dan automáticamente a
consecuencia de una estimulación sensorial o a procesos internos. Además
Papalia, 2010, indica que durante los siguientes seis meses esos primeros
indicadores emocionales se diferencian en verdaderas emociones como alegría, sorpresa,
tristeza entre otros. El surgimiento
de estas emociones primarias está
relacionado con el reloj biológico de la maduración biológica. Mientras que
otras emociones como el bochorno, la empatía y la envidia aparecerán después
que el niño tenga conciencia de si mismo.
Como se mencionó al principio la formas
en que un bebé expresa que quiere algo o que tiene alguna necesidad es
llorando, el llanto es la primera emoción que expresa un menor. Seguido de las
sonrisas y risas, las mismas al principio aparecen en de forma involuntaria
mientras el bebé duerme. Según Papalia, casi todos los infantes empiezan a sonreír
de la tercera semana de nacimiento en adelante y ya a los cuatro meses ríen a
carcajadas cuando los besan o le hacen cosquillas en el estomago. Es importante
añadir que el desarrollo del cerebro se relaciona con la vida emocional, tal
como lo estipula Mlot & Sroufe en Papalia, 2010, las experiencias
emocionales no solo influyen en el desarrollo del cerebro sino que pueden tener
efectos duraderos en su estructura.
Referencia
Papalia,
D.E., Olds, S.W. & Feldman. R.D (2010) Desarrollo Humano (11ma ed): McGrawHill
Según Papalia (2010) los primeros indicios
o señales de emociones en los bebés son indicadores importantes en el
desarrollo: lloran cuando quieren o necesitan algo y cuando quieren socializar
ríen o sonríen. A medida que obtienen respuesta a su llanto o su sonrisa
aumenta su conexión con quienes están a su alrededor, por ejemplo: sus padres. Lewis en Papalia (2010) explica que los bebés
muestran signos emocionales de satisfacción, interés y aflicción poco después
de su nacimiento. Pero estos signos emocionales son más bien respuestas
reflejas que se dan automáticamente a
consecuencia de una estimulación sensorial o a procesos internos. Además
Papalia, 2010, indica que durante los siguientes seis meses esos primeros
indicadores emocionales se diferencian en verdaderas emociones como alegría, sorpresa,
tristeza entre otros. El surgimiento
de estas emociones primarias está
relacionado con el reloj biológico de la maduración biológica. Mientras que
otras emociones como el bochorno, la empatía y la envidia aparecerán después
que el niño tenga conciencia de si mismo.
Como se mencionó al principio la formas
en que un bebé expresa que quiere algo o que tiene alguna necesidad es
llorando, el llanto es la primera emoción que expresa un menor. Seguido de las
sonrisas y risas, las mismas al principio aparecen en de forma involuntaria
mientras el bebé duerme. Según Papalia, casi todos los infantes empiezan a sonreír
de la tercera semana de nacimiento en adelante y ya a los cuatro meses ríen a
carcajadas cuando los besan o le hacen cosquillas en el estomago. Es importante
añadir que el desarrollo del cerebro se relaciona con la vida emocional, tal
como lo estipula Mlot & Sroufe en Papalia, 2010, las experiencias
emocionales no solo influyen en el desarrollo del cerebro sino que pueden tener
efectos duraderos en su estructura.
Referencia
Papalia,
D.E., Olds, S.W. & Feldman. R.D (2010) Desarrollo Humano (11ma ed): McGrawHill
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